La inminente llegada de Davante Adams a los New York Jets representa un movimiento estratégico para revitalizar la ofensiva del equipo, que ha tenido un inicio complicado de temporada con un récord de 2-4. Según fuentes, el intercambio está prácticamente cerrado, y los Raiders de Las Vegas recibirán una selección condicional de tercera ronda del draft, que podría mejorar a una de segunda ronda. Adams ya se encuentra en Nueva Jersey, donde se somete a un examen físico para formalizar la transacción.
El acuerdo reunirá a Adams con Aaron Rodgers, su antiguo mariscal de campo en los Green Bay Packers, con quien compartió ocho temporadas. Juntos, fueron una de las combinaciones más prolíficas de la NFL, acumulando 7,529 yardas y 68 touchdowns entre 2014 y 2021. Rodgers, quien se unió a los Jets en 2023, había expresado en julio su interés en volver a jugar con Adams, lo que avivó los rumores sobre un posible reencuentro.
El salario de Adams para la temporada actual es de 17.5 millones de dólares, con un saldo pendiente de 13.5 millones. El receptor tiene contrato hasta 2026, con un aumento a 36.25 millones de dólares anuales en sus últimos dos años. A pesar de su éxito individual en Las Vegas, donde fue nombrado All-Pro en 2022, Adams solicitó el intercambio debido a la falta de confianza en el entrenador Antonio Pierce.
La llegada de Adams intensifica la presión en Nueva York, especialmente para el gerente general Joe Douglas y el entrenador interino Jeff Ulbrich, quienes buscan romper la racha de 13 temporadas sin playoffs del equipo. Adams se unirá a un cuerpo de receptores que incluye a Garrett Wilson, Mike Williams y Allen Lazard. La expectativa es que su experiencia y conexión previa con Rodgers impulsen a los Jets a mejorar su desempeño ofensivo y revertir su mala racha.


