El empresario Elon Musk anunció que sorteará un millón de dólares diarios entre los seguidores del candidato presidencial Donald Trump hasta el día de las elecciones en Estados Unidos. La controversia ha surgido debido a que esta acción podría considerarse una forma ilegal de financiar la campaña electoral.
El sorteo está dirigido a votantes que firmen una petición del Comité de Acción Política América, promovida en estados clave donde las votaciones suelen ser más cerradas. Este documento resalta la defensa de la Constitución, en particular el derecho a portar armas y la libertad de expresión, cuestiones que los sectores conservadores temen podrían verse amenazadas con una posible victoria de Kamala Harris.

Además del sorteo, el Comité ofrece un pago de 30 dólares por hora y bonificaciones para quienes trabajen en la campaña de Trump, prometiendo 47 dólares adicionales a quienes consigan que otros votantes firmen la petición en estados bisagra.
Rick Hasen, experto en leyes electorales de la Universidad de California en Los Ángeles, afirmó que esta estrategia podría considerarse una “compra ilegal de votos”. The New York Times también destacó que las leyes federales prohíben pagar a cambio de votar o inscribirse en el proceso electoral.
Distintos sectores han señalado que Musk, dueño de Tesla, SpaceX y X (antes Twitter), tiene intereses personales en la campaña, con la posibilidad de beneficiarse si Trump llega nuevamente a la presidencia. Hasta el momento, Musk ha donado más de 75 millones de dólares a la campaña y ha comenzado a realizar recorridos por diversos estados para atraer votantes.