Las fuertes lluvias en el sur de Brasil han desenterrado un fósil de dinosaurio sorprendentemente bien conservado, con una antigüedad de aproximadamente 230 millones de años, según informan los científicos. Este hallazgo ocurrió en mayo, en Sao Joao do Polesine, Rio Grande do Sul, en un reconocido yacimiento paleontológico del período Triásico, previo al Jurásico.
Un equipo de paleontólogos de la Universidad Federal de Santa María (UFSM) recuperó, tras cuatro días de excavaciones, un bloque de roca que contenía el esqueleto fosilizado de un dinosaurio de unos 2.5 metros de largo. Rodrigo Temp Müller, líder de las excavaciones, destacó la importancia del hallazgo: «Además de estar entre los dinosaurios más antiguos del mundo, está casi completo y muy bien conservado. Nos traerá mucha información sobre la anatomía de estos dinosaurios».


