A tan solo 20 meses de asumir como jefa de gobierno Élisabeth Borne renuncia al cargo de la administración compleja ya que sin mayoría absoluta en el Parlamento, le llevaron a un parálisis administrativa sin mucho margen de acción más allá de las competencias directamente relacionadas con su gestión.
Una administración tachada de tecnócrata marcada además por una creciente tensión política que llegó a un punto crítico durante el decreto presidencial en la reforma de pensiones que llevó a disturbios urbanos el año pasado.
Los rumores sobre una reestructura administrativa para tratar de facilitar el segundo mandato de Macron se multiplicaron al momento de la renuncia ante un primer mandatario que aceptó la salida de Borne y le despidió con un mensaje de aliento “Señora primera ministra, querida Élisabeth Borne, su trabajo al servicio de nuestra nación ha sido ejemplar cada día… gracias de todo corazón” fue el mensaje del presidente Emmanuel Macron en la red social X.
De acuerdo a los medios locales la carta de dimisión de la primera ministra discurre entre la salida necesaria y la falta de un escenario político de contexto completo para la ejecución de los trabajos, pero establece la claridad de una política de consecución en donde destaca ahora “más necesario que nunca seguir con las reformas”.
El contexto político electoral discurre ahora de cara a la elección del sucesor de Borne, en cuyo resultado se notará la estrategia que Macron tome en esta nueva etapa, ya que se sabe, que tiene intención de fortalecer la hoy frágil relación de equilibrio de la alianza centrista con diputados identificados como de centro-izquierda, lo que sucede en un ambiente político de tensa calma y una opinión pública más tendiente a la derecha.
Entre los posibles sucesores ya se baraja una lista muy cerrada, entre quienes se encuentra el ministro de Educación, Gabriel Attal, quien de acuerdo a fuentes internas sería el gran favorito a ocupar el cargo, lo que de suceder también sería un hito en la historia política del país, ya que a sus 34 años de edad se convertiría en el jefe de gobierno más joven de la república francesa además también sería el primero en el cargo en manifestar abiertamente su homosexualidad.
