El controvertido avión presidencial, el Boeing 787- ideado por Felipe Calderón, usado a cabalidad por Enrique Peña Nieto y denostado por el presidente López Obrador, fue exitosamente vendido por unos 92 millones de dólares, y hoy al fin, se encuentra con sus nuevos dueños. Lo que se puede interpretar como una promesa cumplida de AMLO.
Fue a las 7:35 de la mañana (hora local) que el TP-01 José María Morelos y Pavón aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Deshambe a las 7:35 de la mañana, capital del país centroasiático, para recibir su nueva denominación, ya que de inmediato fue “bautizado” con nuevos colores y nuevo nombre, ahora será identificado como EY-001.
Así termina la historia del avión que no tenía ni Obama.