Ha comenzado a dispersarse el estado de incertidumbre social desatado tras los hechos de violencia derivados de la operación de seguridad para la detención del hijo del fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, Ovidio Guzmán, acusado de ser “un lugarteniente clave” en este Cártel.
El operativo se saldó con una aparatosa movilización armada, que dejó una veintena de narcobloqueos, 29 muertos, 35 heridos y una cifra de detenidos aún por confirmar, además de la suspensión temporal de las operaciones en los aeropuertos de Culiacán, Mazatlán y Los Mochis, Sinaloa; tanto como actos de saqueo y compras de pánico que vaciaron anaqueles de tiendas de conveniencia en toda la entidad.
A esto hay que agregar que las actividades sociales y comerciales también se cancelaron. Hoy sábado, a 48 horas de los hechos violentos, la entidad comienza a normalizar sus actividades, algunos comercios reabrieron operaciones y el gobierno de la entidad hizo un llamado a normalizar actividades públicas en la confianza de que las labores de seguridad continuarán a escala social. “La situación ahora está tranquila, vamos a poder trabajar con entera seguridad, espero no caer en excesos de deseos pero conocemos la situación y la realidad nuestra” dijo en entrevista el gobernador Rubén Rocha Moya.
