La reforma judicial que desembocó multitudinarias y violentas protestas desatando la consigna pública en Israel, ha sido finalmente prorrogada, de acuerdo al propio primer ministro Benjamín Netanyahu, quien tenía días llamando a la paz social y a aceptar los cambios judiciales, mismos que han sido catalogados por los opositores como retrógradas y contrarios a los derechos fundamentales, a la justicia e incluso a la democracia.
Este domingo, cientos de miles de israelíes desbordaron las calles en la manifestación más numerosa en las últimas semanas, ante lo cual Netanyahu cedió finalmente en las últimas horas enarbolando un discurso de unidad y tratando de apaciguar los encendidos discursos que desde las calles lo acusan de antidemocrático. Esta medida de suspensión temporal ha sido criticada a escala social, ya que se esperaba que anunciara una suspensión definitiva, sin embargo el primer ministro israelí ha dicho que evitará a toda costa “una ruptura entre nuestra gente”.
