La empresa estatal Energía Eléctrica de Etiopía (EEP) anunció su decisión de eliminar gradualmente las operaciones de minería de criptomonedas ante la creciente presión pública por el alto consumo energético de estos centros de datos. La medida busca priorizar el abastecimiento de electricidad a la población y a sectores esenciales, especialmente en zonas rurales.
Moges Mekonen, jefe de comunicaciones de la EEP, explicó que el consejo de administración decidió dejar de aceptar solicitudes de nuevas empresas de minería, debido a que la demanda de energía de los actuales y potenciales operadores excede la capacidad de suministro. “Si seguimos recibiendo nuevos solicitantes, no podremos satisfacer sus necesidades”, afirmó.
Durante el último año, compañías de minería de bitcoin, atraídas por los bajos costos de electricidad, comenzaron a instalarse en Etiopía. Sin embargo, la EEP destacó que sus operaciones requieren un consumo enorme, que podría llegar a consumir un tercio de la producción eléctrica total en 2025, un país donde casi la mitad de la población aún carece de acceso a electricidad.
El director general de EEP, Ashebir Balcha, señaló que la autorización para la minería de criptomonedas siempre fue temporal y no se consideró una inversión a largo plazo. Actualmente, la electricidad de Etiopía se destina a exportaciones a países vecinos como Kenia, Yibuti y Sudán, además de las empresas de minería, de las que se recaudaron 55 millones de dólares en 2024 y se proyectan 120 millones en 2025.
Hasta ahora, 36 compañías firmaron acuerdos de compra de energía con la EEP; 25 ya operan y 11 esperan iniciar. Algunas solicitaron hasta 600 megavatios, mientras que las asignaciones habituales oscilan entre 20 y 40 megavatios. La EEP aclaró que las empresas existentes podrán continuar operando, pero no ampliar sus instalaciones, y se revisarán las tarifas eléctricas para las operaciones vigentes.
A pesar de la prohibición del comercio de criptomonedas, desde 2022 Etiopía aprobó leyes que favorecen la minería de datos, atrayendo a mineros de Estados Unidos, China, Rusia y Emiratos Árabes Unidos, quienes se benefician de energía abundante, clima propicio para enfriamiento natural de servidores y bajos costos eléctricos.

