En exclusiva para Rotativo Noticias, el espacio informativo conducido por Alejandro Alejandre en Cadena Azul 95.7 FM/ 100.5 FM, la académica, politóloga y promotora cultural mexiquense Ivette Tinoco García, reflexionó sobre la profundidad simbólica y espiritual del tradicional Día de Muertos, una de las herencias más representativas del pueblo mexicano. En transmisión completamente en vivo, Tinoco García invitó a rescatar el sentido original de la festividad frente a las tendencias comerciales y las modas que, dijo, “blanquean incluso nuestras tradiciones”.
Durante la conversación, la politóloga destacó que el Día de Muertos es el resultado de un encuentro entre dos visiones del mundo: la prehispánica, que concebía la muerte como una parte del ciclo natural de la vida, y la cristiana, que la interpretó desde la moralidad y el juicio. “En México —expresó— el altar de muertos es la unión del círculo y la línea, del Mictlán y el Paraíso; un símbolo de nuestra espiritualidad mestiza”.
Tinoco subrayó la importancia de transmitir a las nuevas generaciones el significado de cada elemento del altar —el cempasúchil, la vela, el copal, el agua, la sal— como componentes vivos de una memoria colectiva. “La espiritualidad es dinámica, se transforma, pero no puede perder su raíz”, advirtió.
Al abordar el tema de las desapariciones en México, la académica señaló que esta tragedia que se sufre en diversidad de historias a nivel nacional, rompe el equilibrio espiritual de la tradición, al impedir el cierre del ciclo del duelo. “El desaparecido no está ni en el Mictlán ni en el Paraíso. Habita ese territorio suspendido donde la memoria se vuelve resistencia”, afirmó.
En su análisis, la maestra Ivette Tinoco también resaltó el papel de las mujeres mexicanas como guardianas de la memoria y del rito, particularmente aquellas que integran los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas. “El espíritu femenino, que en la tradición ancestral simbolizaba la vida y el renacimiento, hoy encarna también la fuerza para encontrar a los suyos y cerrar el círculo sagrado del duelo”, expresó. Con ello, añadió, el Día de Muertos trasciende lo ritual para convertirse en un recordatorio de que la memoria, el amor y la justicia siguen siendo pilares esenciales de la identidad mexicana.
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