El presidente de Estados Unidos informó sobre la aplicación de un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio. Además, adelantó que en los próximos días se implementarán «aranceles recíprocos» para equilibrar el comercio internacional. La medida busca contrarrestar las tarifas impuestas por otros países a productos estadounidenses y fomentar la competitividad de la industria local.
Durante su viaje a Nueva Orleans, el mandatario explicó que estos nuevos impuestos comerciales tienen el propósito de reducir la dependencia de importaciones y fortalecer la producción nacional. En su primera administración, estableció tarifas similares, aunque otorgó excepciones a socios estratégicos como Canadá, México y la Unión Europea.


A finales de enero, firmó órdenes ejecutivas que establecen un arancel del 25% para productos importados desde México y Canadá, con una tarifa reducida del 10% para el sector energético. La política comercial tiene como objetivo proteger los intereses de la economía estadounidense y corregir prácticas comerciales que considera desventajosas para el país.
Con estas acciones, la administración busca garantizar condiciones justas para la industria nacional y evitar que productos extranjeros ingresen con precios artificialmente bajos. La implementación de estos aranceles podría generar reacciones en el comercio global, pero el gobierno insiste en que es una medida necesaria para fortalecer la economía de EE.UU.


