El cierre del partido entre Inter Miami y Atlas en la Leagues Cup estuvo marcado por la tensión, la emoción y un gesto que destacó por encima del drama deportivo. Lionel Messi vivió con intensidad el triunfo de su equipo 2-1, en un encuentro que se definió en los últimos instantes tras la revisión del VAR, donde se validó el gol de Marcelo Weigandt.
Durante la celebración del tanto decisivo, Messi compartió el momento con sus compañeros Luis Suárez y Rodrigo de Paul. Sin embargo, también protagonizó una escena polémica al gritarle el gol en la cara a Matías Cóccaro, delantero del Atlas, lo que avivó la tensión en la cancha.
Al finalizar el partido, Messi buscó al arquero Camilo Vargas —figura del encuentro— para intercambiar camisetas. Más adelante, se encontró con Cóccaro, con quien se fundió en un abrazo y le ofreció disculpas por el incidente. El propio atacante uruguayo reconoció el gesto del argentino, destacando su humildad y grandeza.
Cóccaro explicó que durante el empate parcial del Atlas él había motivado efusivamente a sus compañeros, lo cual habría molestado a Messi. No obstante, la actitud conciliadora del astro argentino dejó una impresión positiva. “Ese gesto lo hace más grande todavía”, señaló el jugador del Atlas, quien se llevó de recuerdo las camisetas de Messi y Luis Suárez, a quienes considera ídolos.
El episodio demostró una vez más la competitividad de Messi, pero también su calidad humana al reconocer sus acciones y enmendar cualquier exceso dentro del juego.

