El pasado 22 de febrero de este año se dio a conocer que la policía de Brasil habría rescatado a 200 hombres quienes se encontraban en unos viñedos en la ciudad de Bento Goncalves, al sur de Brasil, los cuales fueron esclavizados y utilizados en trabajos forzados, no hace falta mencionar que sufrían de violencia física y en condiciones degradantes, pero este escándalo conocido como los “esclavos del vino” no es un caso aislado de la esclavitud moderna en ese país.
Uno de los hombres mencionó para la cadena de BBC “había considerado escapar para ser libre mientras salía de la habitación que compartía con otros 15 colegas, pensé que me quedaba suficiente energía para hacerlo, pero finalmente deje pasar la oportunidad, ya que no podía dejar atrás a los muchachos que había traído conmigo”, también mencionó que a todos los hombres se les prometió alojamiento y comida gratis, además de alrededor de US$770 por dos meses de trabajo, un salario decente en un país con un salario mínimo mensual de 250 dólares, pero todo resultó en una farsa “En cuanto llegamos allí nos enviaron a trabajar, sin tiempo para descansar. Inmediatamente supe que algo andaba mal”, cuenta Neco.
En sus declaraciones Neco destacó con detalle lo que sus agresores usaban para obligarlos a trabajar en los viñedos, turnos de 15 horas con comida y privacidad escasa, los guardias los vigilaban durante la noche para evitar que escaparan, y al amanecer allanaron las habitaciones para llevarlos a trabajar, los que se quejaban eran golpeados y usaban pistolas eléctricas, y tenían tres semanas trabajando de domingo a viernes, sin descanso, según informes de un grupo de agencias policiales todos los hombres se encuentran entre 18 y 54 años de edad.