La relación comercial con Estados Unidos, que actualmente incluye la revisión del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se encuentra “mucho mejor” de lo que se anticipaba a principios de año, especialmente tras la toma de posesión del presidente Donald Trump. Así lo destacó Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Economía (SE), durante una reunión privada con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), transmitiendo un mensaje de confianza sobre el futuro del acuerdo comercial.
El funcionario enfatizó que, si bien “aún falta un trecho importante por recorrer y sortear muchos riesgos porque será una revisión difícil”, los datos que vinculan a los tres países son tan sólidos que “el tratado va a sobrevivir”, disipando temores sobre una posible ruptura o debilitamiento sustancial. Respecto a los comentarios del gobierno estadounidense sobre una revisión bilateral, en lugar de trilateral, del tratado, Ebrard aclaró que el T-MEC siempre ha incluido numerosos temas bilaterales y otros tantos trilaterales. Por ello, nunca ha existido una negociación que involucre de manera exclusiva y simultánea a los tres países en todos los puntos, lo que es una dinámica inherente a este tipo de acuerdos complejos.
“Nunca ha habido una negociación trilateral todo el tiempo; hay muchos temas que son muy específicos de México con Estados Unidos y hay muchísimos temas que son de Canadá con Estados Unidos. Por ejemplo, si Canadá va a comprar F-35, pues nosotros no vamos a estar en esa mesa, o bien, Canadá exporta energía a EU, y nosotros la importamos de EU”, apuntó el funcionario, ejemplificando la naturaleza diversa y segmentada de las negociaciones. El titular de la SE recordó que en este momento México, al igual que Estados Unidos y Canadá, se encuentra inmerso en un proceso de consultas internas. En el caso de México, detalló que se están llevando a cabo pláticas con 30 sectores productivos de la economía, a través de foros que se realizan en cada uno de los estados del país, coordinados por los comités de promoción de inversiones, en los que participa activamente el CCE.
“Al final, tenemos que elaborar un documento cuyo objetivo es que tengamos claro cuáles son los puntos en los que estamos de acuerdo y cuáles son los argumentos que tenemos, y preparar toda la información que tenemos que presentar; entre más data, mejor. Ese es un objetivo que vamos a lograr con las consultas, por eso terminan en noviembre”, señaló Ebrard. Esta fase de consultas es crucial para que México llegue a la mesa de negociación con una postura sólida, fundamentada en datos y consensos internos, lo que reforzará su posición en las discusiones futuras sobre el T-MEC, buscando proteger los intereses nacionales y fomentar la estabilidad comercial regional.