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jueves, octubre 16, 2025

El poder ya cambió, aunque no lo anuncien

Bitácora del Poder por Naim Libien Abouzaid

Desde que Claudia Sheinbaum asumió la presidencia, la gran incógnita ha sido si en verdad ella gobierna o si aún es López Obrador quien mueve los hilos. Durante los primeros días, parecía que el poder seguía anclado en Palacio Nacional. Sin embargo, los recientes movimientos políticos muestran que Sheinbaum no solo está al mando, sino que comienza a marcar una nueva ruta dentro y fuera de Morena.

Uno de los indicadores más claros de este cambio es el golpe frontal al crimen organizado. La reciente estrategia de seguridad muestra un estilo distinto al del sexenio anterior: menos abrazos, más detenciones. Este nuevo enfoque, más operativo y menos discursivo, refleja no solo una intención distinta, sino una mano firme que ya no consulta cada paso con su antecesor.

Quien claramente ha perdido terreno es Adán Augusto López. La detención de su exsecretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena —vinculado con el CJNG y buscado por la Interpol— lo deja en una situación delicada. Aunque no existen cargos en su contra, la cercanía entre ambos levanta sospechas inevitables. Es un golpe a su credibilidad y una mancha que difícilmente podrá limpiar. Su silencio en el Senado solo incrementa la percepción de debilidad.

Por si fuera poco, el reciente desmantelamiento de redes de huachicol en Tabasco —estado natal de Adán Augusto— apunta a viejas complicidades. Las estructuras que operaban con impunidad hoy están siendo desarticuladas. El mensaje es claro: ya no hay intocables. Y ese mensaje solo puede venir de alguien que ya ejerce el poder de forma plena.

Otro liderazgo morenista que ha sufrido desgaste es el de Ricardo Monreal. Su hermano, gobernador de Zacatecas, no ha logrado contener la ola de violencia en el estado. La marca Monreal está asociada al fracaso en la pacificación de una entidad tomada por el crimen, lo que mina cualquier aspiración nacional. Monreal carga con ese pasivo.

Gerardo Fernández Noroña, por su parte, sigue siendo una figura incómoda para muchos, aunque con capital político propio. Su insistencia por buscar la presidencia cada año y su presencia en redes no le han ayudado a posicionarse como un líder de unidad. Es un personaje visible, pero sin estructura sólida.Andrés Manuel López Beltrán, el hijo del expresidente, es Secretario de Organización Nacional de Morena. A pesar de su influencia en la estructura interna del partido, su ausencia en el reciente evento nacional de Morena no pasó desapercibida. Algunos lo justifican con “temas personales”, otros lo leen como un distanciamiento o debilitamiento. Sea como sea, el apellido comienza a pesar.

Con los otros liderazgos debilitados, el camino queda libre para que el grupo de Claudia Sheinbaum tome el control total. La estructura partidista, el gobierno y las decisiones estratégicas ya no pasan por el filtro de López Obrador, sino por la oficina presidencial en Palacio Nacional.

Hoy podemos decir que el poder en México ya cambió. Tal vez no haya habido anuncio oficial ni ceremonia, pero el estilo, las decisiones y los silencios hablan más que cualquier discurso. Claudia Sheinbaum ha comenzado a gobernar con fuerza. Esperemos que este nuevo capítulo sea para bien de México.

Que el resto del país tome nota.

Naim Libien Abouzaid
Naim Libien Abouzaid
Director General de Rotativo de México, Cadena Azul y Página Uno. Autor de la columna Bitácora del Poder
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