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miércoles, septiembre 17, 2025

Morena: dueño del tablero en el Estado de México

Bitácora del Poder por Naim Libien Abouzaid

Bienvenidos a esta nueva columna semanal. Bitácora del Poder nace con un solo objetivo: analizar a fondo el entramado político del país desde una perspectiva crítica, directa y con los pies bien puestos en el Estado de México, donde se cruzan el poder, la narrativa nacional y los intereses de futuro. Aquí se conectarán los puntos que otros prefieren ignorar.


El Estado de México está dejando de ser un terreno de competencia política. Hoy, más que nunca, Morena se posiciona como la única fuerza con capacidad de decisión real. Revisando la distribución de los 125 municipios mexiquenses, el dato es contundente: sólo 38 no están gobernados por Morena o sus aliados del Partido Verde y el PT. Eso significa que el 84% de la población del estado vive bajo administraciones alineadas a la 4T.

No es un dato menor. Es la radiografía de un dominio político casi total. Pero el foco de este análisis no es Morena, sino lo que quedó de sus contrapesos. La llamada oposición vive una crisis profunda: de liderazgo, de propuesta y de relevancia.

El PRI, por ejemplo, ha sido reducido a un actor marginal. Apenas administra municipios que representan el 7.63% de la población, y sus cuadros más visibles en el estado carecen de peso o legitimidad. Lo dirige Cristina Ruiz Sandoval, senadora y dirigente estatal al mismo tiempo. Una figura más institucional que política, que representa más a la supervivencia que a la renovación. En sus filas se repiten apellidos y formas, pero escasean los resultados. Los tres municipios priistas con más de cien mil habitantes —Coacalco, Lerma y Villa Victoria— no proyectan ningún liderazgo convincente de cara al futuro inmediato.

El caso del PAN resulta llamativo: solo gobierna tres municipios, pero esos tres (Huixquilucan, Metepec y Atizapán de Zaragoza) concentran el 6.18% de la población, y suelen figurar entre los mejor evaluados. Sin embargo, el problema es otro: no tienen clara la sucesión. En Huixquilucan suena el nombre de Enrique Vargas como posible candidato nuevamente, cosa que pone en duda la creación de nuevos cuadros; en Metepec no se perfila un liderazgo visible, y en Atizapán, la nueva administración apenas tiene cien días para demostrar si merece continuidad.

El PAN estatal, encabezado por Anuar Azar, parece no haber entendido el mensaje del electorado. Su narrativa no conecta, y la idea de una derecha sólida sigue siendo un ideal más que una realidad

Sin contrapesos, ¿para qué sirve la oposición?

Fuera del PRI y el PAN, el panorama es testimonial. Movimiento Ciudadano, PRD y Nueva Alianza no alcanzan ni el 2.1% del control poblacional. Son partidos en riesgo de extinción, sin territorios relevantes, ni voces con eco.

La pregunta es inevitable: ¿para qué sirve una oposición que no existe?

Hoy, el Estado de México camina hacia una concentración inédita del poder. Y aunque algunos celebran la “eficiencia” que eso podría implicar, la historia política mexicana demuestra que sin oposición, los excesos no tardan en aparecer.

Es cierto que en países como China hay un solo partido y un solo proyecto nacional. Pero México no es China. Aquí, la pluralidad no es solo un principio democrático: es una necesidad para el equilibrio del poder.El Edomex siempre ha sido un laboratorio político para la consolidación de un modelo de poder unificado. La gran pregunta es si esto traerá resultados o repetirá los errores de los viejos sistemas. Porque si algo está claro, es que la oposición actual está en ruinas, y el reloj electoral no se detiene.

Naim Libien Abouzaid
Naim Libien Abouzaid
Director General de Rotativo de México, Cadena Azul y Página Uno. Autor de la columna Bitácora del Poder
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