Un emprendimiento innovador dio a conocer un prototipo de condón inteligente capaz de cambiar de color al entrar en contacto con Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Este dispositivo utiliza un lubricante especial que reacciona ante las proteínas generadas por bacterias presentes en fluidos corporales, como la clamidia, la gonorrea y la sífilis. El resultado se produce en cuestión de segundos: de ser transparente, pasa a un tono rosa brillante que advierte sobre la posible presencia de estos patógenos.
La iniciativa fue compartida por la cuenta @readytogether, un proyecto que busca reinventar las tecnologías de la intimidad y promover la innovación en el campo de la protección sexual. En palabras de su creadora, conocida como Coco: “Los condones llevan mucho tiempo con nosotros, pero no han cambiado casi nada. ¿Qué pasaría si pudieran ser divertidos, funcionales y hacer del mundo un lugar mejor?”.
Además del preservativo que detecta ITS, la misma iniciativa explora otras propuestas en fase de ideación. Entre ellas destacan condones reutilizables diseñados para poder lavarse en máquina y otro prototipo con la capacidad de generar electricidad suficiente para recargar un teléfono celular. Aunque estas ideas no se encuentran aún en el mercado, buscan abrir la discusión sobre cómo los preservativos pueden evolucionar y adaptarse a la vida moderna.
El proyecto no solo se enfoca en la innovación técnica, sino también en la concientización. A través de videos en redes sociales, Coco promueve el uso del condón como herramienta fundamental para la prevención de enfermedades y embarazos no deseados, mientras busca generar interés entre nuevas generaciones que valoran tanto la funcionalidad como el diseño.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que se propone un preservativo de estas características. En 2015, tres adolescentes británicos desarrollaron un prototipo similar que también reaccionaba con un cambio de color ante la detección de infecciones, trabajo que les valió el premio Teen Tech Awards de ese año.
El condón inteligente se mantiene en una etapa experimental y aún está lejos de la producción comercial, pero su presentación refleja el interés creciente en desarrollar métodos preventivos que, además de brindar seguridad, integren funciones innovadoras que respondan a los retos de la salud sexual actual.