La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió este martes al drástico anuncio de Perú de romper las relaciones diplomáticas. Esta acción unilateral peruana fue desencadenada por la decisión de México de conceder asilo a Bettsy Chávez, la ex primera ministra del destituido Pedro Castillo. Desde su conferencia matutina, Sheinbaum calificó la medida de Lima como “fuera de toda proporción”, aunque reconoció que es una decisión que el gobierno peruano toma. La mandataria aclaró que, por parte de México, las relaciones consulares y comerciales se mantendrán activas, y que están a la espera de recibir la notificación oficial, ya que solo conocían la ruptura por las declaraciones de la embajadora mexicana en Perú.
Sheinbaum subrayó que México no ha roto relaciones con Perú ni con ningún otro país, con la única excepción de Ecuador tras el polémico asalto a su embajada en Quito. La tradición mexicana de otorgar asilo se fundamenta en la convicción de que la detención de Castillo fue “totalmente injusta” y motivada por un trasfondo político de “mucha discriminación de la clase política de Perú”.
Roberto Velasco Álvarez, subsecretario para América del Norte, defendió la concesión de asilo a Chávez, procesada por presunta rebelión, enfatizando que México actúa en estricto apego al Derecho Internacional. Recordó que el estado que otorga el asilo es quien define si existe persecución política. Por ello, Velasco rechazó la ruptura diplomática, argumentando que la figura del asilo es un recurso “pacífico, humanitario”. A pesar del conflicto, aseguró que la amistad entre “los pueblos de México y Perú continúa” a través de los canales consulares.
Pablo Monroy Conesa, director general para América del Sur, explicó que la solicitud de Chávez fue justificada por un proceso judicial que considera plagado de irregularidades, situación similar a la que enfrentó Castillo. Monroy, quien fue expulsado de Perú en 2022 por dar asilo a la familia del expresidente, señaló que el delito de rebelión a menudo se considera político. No obstante, reiteró que México “no interviene en asuntos internos de Perú” y que no ha respondido con reciprocidad a las medidas extremas, como declarar persona non grata al embajador peruano, reafirmando el profundo respeto y amor de México hacia el pueblo de Perú.

