En un esfuerzo por reforzar la seguridad en el país, el gobierno mexicano, junto con líderes religiosos, ha lanzado una nueva iniciativa denominada “Sí al desarme, sí a la paz”. Este programa tiene como objetivo incentivar a los ciudadanos a entregar sus armas a cambio de un apoyo económico, sin la necesidad de una investigación previa. La presidenta Claudia Sheinbaum detalló que el proyecto comenzará en 2025, y que se desarrollará principalmente en colaboración con la Iglesia católica.
Además de esta medida, el gobierno federal ha comprometido recursos para fortalecer diversos programas sociales como los de Bienestar y Vivienda, así como el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”. Estas acciones forman parte de un plan integral de seguridad que también incluye el fortalecimiento de la Guardia Nacional y el mejoramiento de las capacidades de inteligencia y investigación. Como parte de este esfuerzo, se ha modificado el artículo 21 constitucional para otorgar mayores facultades a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, lo que permitirá una coordinación más efectiva entre las diferentes autoridades.
Por otro lado, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, anunció que se está llevando a cabo una estrategia en los municipios más inseguros del país, que incluye una mayor presencia policial y el impulso de programas sociales. Esta estrategia comenzó en diez municipios prioritarios, donde brigadistas han visitado casa por casa para conocer las necesidades de los ciudadanos y llevar a cabo actividades como las “ferias por la paz”. Entre las principales demandas de los habitantes destacan la mejora de la seguridad, la reparación de espacios deportivos y la atención a problemas de infraestructura urbana, como el bacheo y la falta de agua.
Finalmente, en relación con la construcción del muro fronterizo propuesta por Estados Unidos, la presidenta Sheinbaum reafirmó la postura de México de apostar por “construir puentes, no muros”. En su rueda de prensa matutina, aseguró que el país continúa apoyando a naciones como Honduras, Guatemala y El Salvador, mediante programas como “Jóvenes Construyendo el Futuro” y “Sembrando Vida”, con el objetivo de reducir la migración hacia la frontera.

