Este 12 de diciembre, la Basílica de Guadalupe se convierte en el epicentro de la fe católica en México, con la llegada de alrededor de 12 millones de peregrinos. La conmemoración del 493 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe reúne a fieles de todas las regiones del país, consolidando una tradición que mezcla devoción, cultura y esperanza.
Desde días previos, miles de personas emprendieron largas caminatas o viajes en grupo hacia la Ciudad de México para rendir tributo a la “Emperatriz de América”. El flujo de visitantes alcanza su punto más alto en esta jornada, cuando las calles que rodean el recinto se llenan de música, rezos y celebraciones en honor a la Virgen.
Para garantizar la seguridad de los asistentes, el Gobierno de la Ciudad de México desplegó un operativo masivo que involucra a 17,000 trabajadores públicos. Este equipo incluye personal de seguridad, atención médica y logística, coordinado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Protección Civil y otras dependencias clave.

En el operativo participan 200 médicos y enfermeras, además de la instalación de módulos de atención médica y comedores populares para los peregrinos. También se distribuyen cobijas para proteger del frío a los visitantes que pernoctan en las inmediaciones del recinto.
Las autoridades han emitido recomendaciones específicas para los asistentes, como protegerse de las bajas temperaturas, mantenerse hidratados, identificar puntos de encuentro y evitar el uso de pirotecnia. El Sistema de Transporte Colectivo Metro ha ampliado su operación para facilitar el traslado de los feligreses.
La festividad del Día de la Virgen de Guadalupe es una de las celebraciones religiosas más significativas de México, que no solo refuerza la identidad cultural del país, sino que también evidencia el profundo arraigo de la fe guadalupana en millones de personas. La Basílica, como cada año, se consolida como un símbolo de unión y esperanza para los fieles que acuden a su encuentro.