El Senado de la República aprobó, sin modificaciones, el dictamen de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal de 2025, a las 23:29 horas, con un total de 84 votos a favor, 36 en contra y sin abstenciones. Este dictamen autoriza al Ejecutivo Federal a solicitar un endeudamiento interno neto de hasta 1.58 billones de pesos, como parte de los recursos previstos en el presupuesto.
Se proyectan ingresos presupuestarios por un total de 8 billones 55 mil millones de pesos, lo que representa un aumento del 5.3% en términos reales con respecto al año anterior. La suma de estos ingresos, junto con los recursos provenientes del endeudamiento, da un total de 9 billones 302 mil millones de pesos para la Ley de Ingresos 2025.
Los senadores de los partidos PRI, PAN y Movimiento Ciudadano manifestaron su rechazo al dictamen, al considerar que la dependencia del endeudamiento es una de las principales fuentes de financiamiento del gobierno. En particular, argumentaron que, tras los ingresos por impuestos, el financiamiento a través de deuda se posiciona como la segunda fuente más importante, con 5 billones 297 mil millones de pesos provenientes de la recaudación tributaria.
Además, los legisladores opositores señalaron que 1 billón 434.2 mil millones de pesos de los ingresos se destinarán al pago de los intereses y compromisos financieros adquiridos por el gobierno en años anteriores. En cuanto a los recursos destinados a las participaciones federales para los estados, estos solo suman 1 billón 340 mil millones de pesos, una cifra que los opositores consideran insuficiente.
Los senadores también pusieron en duda las previsiones económicas del gobierno para 2025, considerando irreales los pronósticos de crecimiento económico, inflación, tipo de cambio y el precio del petróleo. Además, advirtieron sobre posibles riesgos derivados de estos cálculos, que podrían generar un manejo discrecional de recursos excedentes. En contraste, algunos opositores destacaron que la estrategia de reducción del déficit es un intento por corregir los errores de la administración anterior.
La aprobación de la Ley de Ingresos fue seguida por la discusión de la Ley de Derechos, la cual también recibió luz verde en la cámara alta, y se espera que ambas leyes sean enviadas a la Cámara de Diputados para su validación final antes de su promulgación.