Blue Origin, la compañía de tecnología espacial fundada por Jeff Bezos, completó con éxito la recuperación de la primera fase de su cohete reutilizable New Glenn este jueves. La maniobra, realizada en una plataforma marítima situada a cientos de kilómetros de la costa de Florida, ocurrió minutos después de que el vehículo despegara con la misión Escapade rumbo a Marte.
Hasta ahora, solo SpaceX había logrado aterrizajes controlados de etapas reutilizables durante misiones espaciales, lo que convierte este acontecimiento en un paso crucial para la consolidación de Blue Origin en el sector.
Misión Escapade: dos satélites que estudiarán la atmósfera marciana
La misión Escape and Plasma Acceleration and Dynamics Explorers, conocida como Escapade, está integrada por dos pequeños satélites denominados Gold y Blue. Su objetivo es medir la ionósfera, el clima espacial y las interacciones atmosféricas de Marte, información clave para evaluar riesgos potenciales a futuras misiones tripuladas.
Además de analizar cómo el planeta rojo perdió su atmósfera, los datos recopilados ayudarán a determinar rutas más eficientes para posibles viajes humanos. El lanzamiento tuvo lugar desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral a las 15:55 hora local, tras dos retrasos previos derivados del mal clima y una reciente tormenta solar.
Retrasos técnicos y un despegue interrumpido
La salida del cohete también enfrentó una interrupción de último minuto, cuando la cuenta regresiva se detuvo a solo 20 segundos del lanzamiento previsto. Sin embargo, tras una breve pausa, la misión pudo realizarse sin complicaciones, lo que fue interpretado como una demostración de control y capacidad de respuesta por parte del equipo técnico.
Competencia entre Blue Origin y SpaceX se intensifica
Este avance ocurre apenas un mes después de que el administrador interino de la NASA, Sean Duffy, señalara que SpaceX mostraba retrasos en su programa lunar. Sus declaraciones abrieron la puerta a que otras compañías, entre ellas Blue Origin, participen en futuros contratos para enviar astronautas a la Luna.
El aterrizaje exitoso del New Glenn posiciona a Blue Origin como un competidor cada vez más sólido en la industria aeroespacial privada.

