El científico japonés Susumu Kitagawa, galardonado con el Premio Nobel de Química 2025 junto al británico Richard Robson y el jordano Omar M. Yaghi, expresó que su mayor sueño es “capturar el aire, separarlo en dióxido de carbono u oxígeno y transformarlo en materiales útiles para la sociedad”. Kitagawa participó inicialmente de forma telefónica en la conferencia de la Real Academia Sueca de Ciencias, y más tarde ofreció una charla en la Universidad de Kioto, donde actualmente trabaja.
Durante la presentación del galardón, Kitagawa destacó la relevancia de las estructuras metalorgánicas (MOF, por sus siglas en inglés), cuyo desarrollo fue la base de su reconocimiento. Estos materiales tienen múltiples aplicaciones, entre ellas la purificación ambiental y la captura de contaminantes. “Estoy muy interesado en cómo transformar estos materiales en algo útil para la sociedad, pero también me divierte descubrir sus sorprendentes propiedades”, señaló ante la Academia Sueca.
En su conferencia en Kioto, el investigador comentó que, a pesar de su enorme potencial, las moléculas metalorgánicas aún son poco conocidas por el público y poco accesibles. Agradeció el reconocimiento internacional a esta línea de estudio, con la esperanza de que impulse su difusión y desarrollo. Recordó que, en 1989, mientras trabajaba en la Universidad de Kindai, en Osaka, descubrió la posibilidad de crear materiales porosos combinando metal y materia orgánica, un hallazgo que fue publicado en 1997.
Kitagawa confesó que sus ideas fueron duramente criticadas en sus inicios. En un congreso en Estados Unidos, sus colegas rechazaron sus conclusiones, un momento que describió como un punto de inflexión en su carrera. “Derramé lágrimas, pero nunca dudé de mis creencias”, recordó el investigador, quien hoy es considerado uno de los pioneros en la química de los materiales porosos.
A sus 74 años, agradeció a la Universidad de Kioto por permitirle continuar su labor científica y animó a los jóvenes investigadores a prepararse para el éxito. “La suerte solo favorece a la mente preparada”, citó, retomando una frase de Louis Pasteur, mientras insistía en que aún tiene mucho que aportar para hacer más accesibles las estructuras metalorgánicas y reducir su alto costo de producción.