Una tragedia sacudió un campamento náutico en Miami luego de que un velero con menores a bordo fuera impactado por una barcaza en aguas cercanas a la isla Hibiscus, ubicada en la Bahía de Biscayne. El choque provocó la muerte de dos niños y dejó al menos tres personas más con heridas de distinta gravedad, generando conmoción en la comunidad local y movilizando a diversas agencias de emergencia.
El velero llevaba a cinco menores de edad y a una instructora que participaban en un programa de verano organizado por el Miami Yacht Club, que busca fomentar el aprendizaje de la navegación y promover actividades recreativas entre jóvenes. Durante la travesía, la embarcación fue embestida por una barcaza que transitaba la zona, lo que causó que el velero se hundiera de inmediato.
Por lo menos seis personas fueron rescatadas y trasladadas a hospitales. Dos de los menores murieron poco después, mientras que otro permanece en condición crítica. Los demás ocupantes fueron atendidos médicamente y se encuentran fuera de peligro, según confirmaron las autoridades. La instructora también fue atendida y se encuentra estable.
De manera inmediata se activaron los protocolos de rescate. Equipos especializados conformados por bomberos, buzos, guardacostas y personal de diversas agencias locales acudieron al lugar para brindar apoyo y atención médica.
Las autoridades han iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer las causas que derivaron en esta colisión fatal. Se busca determinar si hubo fallas en la navegación, incumplimiento de protocolos o negligencia por parte de alguno de los involucrados. Además, se analizarán las condiciones en las que operaban ambas embarcaciones.
El Miami Yacht Club emitió un comunicado donde lamentó profundamente la pérdida de los menores y extendió sus condolencias a las familias afectadas. La tragedia ha generado un llamado a reforzar las medidas de seguridad en actividades acuáticas, especialmente en espacios recreativos de alta afluencia.
Este incidente pone en evidencia la importancia de fortalecer la vigilancia y regulación en las zonas marítimas, con el fin de prevenir futuros accidentes y garantizar la seguridad de quienes participan en actividades náuticas.
