En una emotiva ceremonia celebrada en la Plaza San Pedro, líderes mundiales y fieles católicos se reunieron este sábado para rendir homenaje al Papa Francisco. La misa, oficiada por el cardenal Giovanni Battista Re, recordó el legado del pontífice argentino, destacando su cercanía con los migrantes y los más desfavorecidos.
Unas 250 mil personas asistieron al funeral, mientras decenas de miles más acompañaron el cortejo fúnebre en Roma, aplaudiendo y vitoreando “papa Francesco” al paso del ataúd de madera que fue trasladado en un antiguo papamóvil hasta la Basílica de Santa María la Mayor. Posteriormente, fue escoltado al interior por la Guardia Suiza.

Durante su homilía, el cardenal Re describió a Francisco como “el papa del pueblo”, resaltando su estilo informal y su defensa constante de los marginados. Recordó momentos clave como la misa en la frontera entre Estados Unidos y México, así como su visita a un campo de refugiados en Lesbos, de donde trasladó a doce personas consigo.
La ceremonia reflejó la visión del Papa, quien organizó su propio funeral para enfatizar la humildad sacerdotal sobre el poder terrenal, siguiendo su proyecto de reforma eclesiástica iniciado en 2013: construir “una Iglesia pobre para los pobres”.
Entre los asistentes se encontraban destacados líderes como Donald Trump, Joe Biden, Volodímir Zelenski, António Guterres, Keir Starmer, el príncipe Guillermo y Javier Milei. A pesar de la distancia personal, la nacionalidad compartida le otorgó un lugar relevante al presidente argentino.

La Basílica de San Pedro, teñida de rosa con la salida del sol, acogió a miles de dolientes, mientras la ceremonia se transmitió en vivo alrededor del mundo. Italia implementó un amplio dispositivo de seguridad para garantizar el desarrollo pacífico del acto.
