China ha anunciado una nueva política para disminuir de manera inmediata la cantidad de películas estadounidenses que ingresan a su mercado, en una respuesta directa al incremento de aranceles implementado por el gobierno del expresidente Donald Trump. Esta medida fue confirmada por la Administración Nacional de Cine de China (NFA), que señaló que se limitarán las importaciones en línea con la demanda del público y el comportamiento del mercado.
Desde 1994, China ha permitido la entrada de hasta 10 películas de Hollywood por año bajo un modelo de distribución de ingresos compartidos. Producciones como Titanic y Avatar se convirtieron en éxitos de taquilla que posicionaron a estrellas como Leonardo DiCaprio y James Cameron entre los favoritos del público chino. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente en la última década.
Según cifras oficiales, actualmente las películas estadounidenses solo representan el 5% de los ingresos en taquilla dentro del mercado chino. Además, el gobierno impone un impuesto del 50% a esas ganancias antes de su retorno a los estudios en EE.UU., los cuales únicamente reciben el 25% de lo recaudado, frente a un 50% en otros mercados internacionales.
Chris Fenton, experto en relaciones entre China y Hollywood, calificó la medida como una estrategia de represalia con mínimos costos para el país asiático, que ya ha observado una fuerte preferencia del público por las producciones nacionales. Desde 2020, estas han llegado a representar cerca del 80% de la taquilla anual.
Este nuevo panorama pone en jaque a la industria cinematográfica estadounidense, que enfrenta mayores barreras para mantener su influencia en el segundo mayor mercado del mundo.