El peso mexicano mostró una apreciación significativa este 3 de abril de 2025, cotizando en 19.89 unidades por dólar, lo que representa una ganancia del 1.5% respecto al cierre anterior de 20.20 unidades. Esta tendencia positiva se atribuye a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de excluir a México y Canadá de los nuevos aranceles globales anunciados recientemente.
En un comunicado desde la Casa Blanca, Trump informó la imposición de un arancel general del 10% a todas las importaciones hacia Estados Unidos, con tarifas más elevadas para ciertos socios comerciales clave. Sin embargo, en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), México y Canadá quedaron exentos de estas medidas, lo que ha sido recibido con alivio por los mercados financieros.
La reacción inmediata de los mercados fue favorable para la moneda mexicana, que acumula una apreciación cercana al 3% en las últimas tres sesiones. Durante la jornada, el peso alcanzó un máximo de 19.84 unidades por dólar, nivel no visto desde noviembre de 2024.
A nivel global, el dólar estadounidense mostró un debilitamiento, permitiendo que la mayoría de las principales divisas registraran ganancias. Entre las monedas más apreciadas se encuentran la corona sueca con un 2.66%, el franco suizo con un 2.63%, el yen japonés con un 2.30%, el euro con un 2.14% y la corona danesa con un 2.13%. Por otro lado, las únicas divisas que presentaron depreciaciones fueron el yuan chino con un 0.30%, el rublo ruso con un 0.28%, el rand sudafricano con un 0.27% y el shekel israelí con un 0.05%.
En el ámbito bursátil, el índice S&P/BMV IPC, compuesto por las 35 acciones más líquidas del mercado mexicano, registró un incremento del 1.74%, situándose en 54,736.68 puntos. Este comportamiento refleja la confianza de los inversionistas ante la exclusión de México de los nuevos aranceles estadounidenses y la expectativa de estabilidad en el comercio bilateral.
Analistas financieros señalan que la decisión de excluir a México y Canadá de los aranceles refuerza la certidumbre en las relaciones comerciales de la región y podría tener efectos positivos en la inversión extranjera directa. No obstante, recomiendan mantenerse atentos a futuras declaraciones y acciones de la administración estadounidense que puedan influir en el tipo de cambio y en los mercados financieros.