El temor a una posible recesión ha crecido en los últimos días debido a la volatilidad de los mercados y la percepción negativa sobre la economía. Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, evitó hacer predicciones al respecto, admitió que el país enfrenta un “periodo de transición” debido a sus políticas económicas. Los aranceles impuestos a diversos socios comerciales, como Canadá, China y México, han generado incertidumbre entre inversores, economistas y empresarios.
Apenas un mes atrás, los mercados bursátiles alcanzaban máximos históricos, y el optimismo sobre las políticas de Trump en materia de reducción de impuestos y desregulación era elevado. Sin embargo, la reciente imposición de aranceles ha cambiado el panorama, con empresas y consumidores mostrando preocupación por el alza en los costos y su impacto en la inversión y el gasto. A pesar de ello, la Reserva Federal y la mayoría de los analistas aún consideran que las probabilidades de una recesión son bajas.
Los economistas advierten que, si las medidas arancelarias se mantienen por un periodo prolongado, el riesgo de una recesión podría aumentar. El economista jefe de M&T Bank/Wilmington Trust, Luke Tilley, afirmó que la duración de los aranceles será clave para determinar el impacto en el crecimiento económico. Mientras tanto, el índice económico en tiempo real de la Reserva Federal de Atlanta ha mostrado una fuerte caída, proyectando una contracción del 2.4% en el primer trimestre del año.
A pesar de estos indicadores, algunos asesores de Trump aseguran que la economía sigue siendo sólida y que la actual desaceleración es solo temporal. No obstante, el mercado laboral, el gasto de los consumidores y las decisiones empresariales serán factores determinantes en los próximos meses para evaluar el rumbo de la economía estadounidense.