El Ministerio del Interior de Siria ha emitido una importante decisión que impacta a más de cinco millones de ciudadanos. El gobierno ha cancelado las notificaciones que prohibían el regreso al país de aquellos sirios que huyeron del servicio militar obligatorio durante el régimen de Bashar al Assad. Según la nueva administración, todos los cargos relacionados con el incumplimiento de este servicio, que incluían solicitudes de detención y prohibiciones de viaje, han sido anulados.
La medida afecta a un total de 5.174.000 sirios que habían abandonado el país debido a la obligación de cumplir con el servicio militar, una de las principales razones por las que muchos decidieron huir durante los 14 años de conflicto armado. La decisión se produce en un momento complicado para el gobierno actual, que enfrenta uno de sus mayores desafíos desde el derrocamiento de Al Assad. En los últimos días, la violencia ha escalado, con más de mil muertos, la mayoría de ellos civiles. La ola de asesinatos ha sido atribuida a venganzas sectarias contra la minoría alauita, grupo que sigue a Al Assad, después de un ataque perpetrado por sus leales contra las fuerzas de seguridad del nuevo gobierno.
El servicio militar obligatorio en Siria ha sido una parte fundamental del sistema desde 1947. Durante el régimen de la familia Al Assad, primero bajo Hafez y luego con Bashar, esta obligación se extendió, convirtiéndose en uno de los principales factores que provocaron el éxodo masivo de sirios durante la guerra civil que comenzó en 2011.