A partir de este martes, entraron en vigor aranceles del 25% sobre las importaciones provenientes de México y Canadá, lo que ha generado preocupación en el sector agrícola y en las empresas latinas que dependen del comercio transfronterizo. La medida ya ha ocasionado un aumento de precios para los consumidores y podría afectar la distribución de productos perecederos como tomates, pimientos, pepinos y frijoles.
El empresario agrícola Jaime Chamberlain, propietario de Chamberlain Distributing, advirtió que tendrá que incrementar los precios de todos los productos que importa desde México. Sin embargo, si los compradores no pueden costear los nuevos precios, muchos alimentos podrían quedar varados en almacenes o campos de cultivo. De prolongarse esta situación, los agricultores enfrentarían pérdidas significativas.
El impacto de estos aranceles se extiende más allá del sector agrícola. En el ámbito de la restauración, empresarios como Raúl Luis, dueño de la cadena Birriería Chalio, han comenzado a hacer ajustes en sus menús para afrontar el alza en los costos de ingredientes clave. Luis ha optado por eliminar precios fijos y reducir opciones en su carta para evitar insumos más costosos.
Expertos advierten que las pequeñas empresas son las más vulnerables ante estas tarifas, ya que no cuentan con los recursos financieros para absorber el aumento en costos. Ramiro Cavazos, CEO de la Cámara de Comercio Hispana de EE.UU., señaló que muchas de estas compañías no tendrán más opción que trasladar los costos adicionales a los consumidores.
El comercio transfronterizo entre Arizona y México, valuado en 20 mil millones de dólares anuales, ya enfrenta tensiones debido a esta medida. Según Vanessa Nielsen, portavoz de la Comisión Arizona-México, los negocios en México han elevado sus precios de manera preventiva, lo que afecta tanto a proveedores como a compradores en ambos lados de la frontera.