Desde finales de enero, Santorini ha registrado una serie de sismos leves que han obligado a evacuar a miles de personas, además del cierre de escuelas y la suspensión de obras de construcción. Aunque no se han reportado daños de gran magnitud, expertos advierten que la actividad sísmica es inusual incluso para Grecia, un país acostumbrado a los temblores.
Para reforzar la seguridad en la isla, el ministro de Protección Civil, Vasilis Kikilias, anunció la construcción de un puerto de evacuación. Este servirá como un punto seguro para el desembarque de ferris en caso de emergencia, complementando la infraestructura portuaria en desarrollo.
Los especialistas han identificado zonas de riesgo, como el principal puerto de ferris, ubicado en una ladera escarpada, lo que ha llevado a las autoridades a prorrogar por tercera semana consecutiva las medidas de precaución. También han instado a la población a mantenerse alejada de áreas costeras y zonas propensas a deslizamientos.
El sismólogo Costas Papazachos advirtió que la actividad sísmica aún no ha terminado. Los científicos atribuyen los recientes movimientos al desplazamiento de placas tectónicas y al ascenso del magma, lo que ha generado cambios en la estructura subterránea de la isla.
Santorini, conocida por su origen volcánico, ya ha enfrentado eventos sísmicos en el pasado, siendo la erupción del 1600 a.C. uno de los más significativos. Actualmente, las autoridades siguen monitoreando la situación para prevenir posibles desastres.
