El gobierno de Estados Unidos ha clasificado al Cártel de Sinaloa, al Tren de Aragua y a otros grupos criminales como organizaciones terroristas globales, de acuerdo con una notificación publicada en el Registro Federal. Según el Departamento de Estado, estas agrupaciones representan una amenaza para la seguridad nacional, la política exterior y los intereses económicos del país.
La decisión forma parte de una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump tras asumir su segundo mandato el pasado 20 de enero. En el documento, el mandatario argumentó que los cárteles no solo están involucrados en el tráfico de drogas y actividades delictivas, sino que también colaboran con actores extranjeros y operan con estructuras sofisticadas que han logrado infiltrarse en gobiernos.
Trump señaló que estos grupos ejercen control mediante el uso de la violencia extrema, incluyendo asesinatos, torturas y otros actos que generan terror en las poblaciones donde operan. Además, afirmó que han desestabilizado países clave para los intereses estadounidenses sin precisar cuáles.
Durante su primera administración (2017-2021), Trump consideró esta designación, pero la descartó. Ahora, con su regreso al poder, ha retomado el plan y ordenó medidas para invocar una legislación de 1798 que permitiría la deportación de presuntos miembros de cárteles sin necesidad de audiencias judiciales.
Esta decisión podría derivar en nuevas estrategias de seguridad y cooperación internacional para frenar la expansión de estas organizaciones.
