Human Rights Watch (HRW) advirtió que la propuesta del presidente de EE.UU., Donald Trump, de tomar el control de Gaza y reubicar a su población en otros países podría derivar en una limpieza étnica. La organización enfatizó que cualquier intento de traslado forzoso violaría el derecho internacional y constituiría un crimen de guerra. Además, subrayó que la ocupación prolongada de este territorio intensificaría la crisis humanitaria en la región.
Lama Fakih, directora de HRW para Oriente Medio y el Norte de África, señaló que, de ejecutarse este plan, EE.UU. pasaría de ser un actor cómplice a un perpetrador directo de violaciones graves a los derechos humanos. La limpieza étnica en Gaza, según la organización, se reflejaría en la expulsión sistemática de sus habitantes y la destrucción de comunidades enteras, afectando gravemente la estabilidad del territorio.
Diversos gobiernos y organismos internacionales han rechazado esta estrategia, argumentando que la limpieza étnica en Gaza representa un acto inaceptable en el marco del derecho humanitario. Naciones Unidas, junto con países como Francia y España, han manifestado su preocupación por el impacto de esta medida en la población civil. No obstante, la Unión Europea no ha logrado un consenso sobre el tema, reflejando la complejidad del conflicto.
HRW hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para tomar medidas que impidan nuevas atrocidades contra los palestinos. La limpieza étnica en Gaza, según la organización, no solo afectaría a miles de personas, sino que sentaría un precedente peligroso en la región. La respuesta de los gobiernos será clave para frenar cualquier intento de desplazamiento forzoso y garantizar la protección de los derechos humanos.
