Después de tres meses de restauración y limpieza, la Fontana di Trevi, uno de los lugares más icónicos de Roma, ha reabierto sus puertas al público. Sin embargo, las autoridades romanas han decidido implementar nuevas medidas para mejorar la experiencia de los turistas y evitar las aglomeraciones. A partir de ahora, el acceso a la fuente estará limitado a 400 personas simultáneamente, según lo anunciado por el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.
El propósito de esta medida es garantizar que los visitantes puedan disfrutar de la belleza de la fuente sin la incomodidad de grandes multitudes. Para organizar el flujo de turistas, se ha establecido un sistema de filas para controlar el acceso. El alcalde indicó que el número de visitantes permitidos podría ajustarse según los resultados de la implementación de las nuevas restricciones.
Además, Gualtieri mencionó que las autoridades de Roma están considerando la posibilidad de establecer una tarifa de entrada a la Fontana di Trevi. Esta medida tendría como objetivo generar recursos para el mantenimiento de este monumento histórico, que fue construido en el siglo XVIII.
Cada día, alrededor de 12,000 personas visitan la Fontana di Trevi, y las autoridades retiran hasta 10,000 euros en monedas que los turistas arrojan al agua como tradición. La administración de la ciudad está trabajando para garantizar que el monumento siga siendo una atracción sostenible y que los visitantes puedan disfrutar de su belleza sin inconvenientes.
