Un estudio reciente advierte sobre el impacto económico de las decisiones de Donald Trump.
El informe Trumponomics 2.0 realizado por el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas y Sociales (NIESR) revela que las políticas del presidente electo de Estados Unidos, como el aumento de aranceles, deportaciones masivas y recortes fiscales, podrían llevar a la economía estadounidense a una recesión, lo que tendría consecuencias globales. Según el investigador Paul Mortimer-Lee, estas decisiones generarán un escenario de baja inflación y crecimiento económico para el país norteamericano, afectando a otras naciones.
Una de las medidas más polémicas de Trump es la imposición de aranceles a sus principales socios comerciales: México, China y Canadá. Este aumento podría generar represalias similares por parte de estos países, lo que afectaría tanto a la economía estadounidense como a la mundial. Según Mortimer-Lee, las políticas de Trump provocarían una inflación en EE. UU. de hasta el 8% para 2027, un panorama contrario al prometido por el presidente electo, quien había culpado a su predecesor, Joe Biden, por la situación económica del país.


Por otro lado, las políticas antimigrantes también jugarán un papel crucial en este escenario. El plan de deportación masiva de inmigrantes no autorizados podría tener efectos devastadores, especialmente en la comunidad mexicana, que constituye el 37% de la población indocumentada. Además, los trabajadores sin autorización representan el 10% de la fuerza laboral de EE. UU., contribuyendo con 268 millones de dólares diarios en impuestos. Las deportaciones generarían un costo inicial de 241 millones de dólares al día, lo que afectaría sectores como la agricultura y la construcción.
En cuanto a las reducciones fiscales, se estima que generarán un déficit aún mayor que el incremento de los aranceles. Esto provocaría una relación deuda/PIB de 134%, lo que incrementa de manera significativa la deuda pública, según el análisis del NIESR.