Entre los implicados destaca Anna Donelli, una monja acusada de servir como intermediaria entre reclusos y esta organización criminal. La redada, llevada a cabo en la localidad de Brescia, permitió el decomiso de bienes y fondos valorados en más de 1.8 millones de euros.
Los detenidos enfrentan cargos que incluyen tráfico de drogas y armas, extorsión, lavado de dinero y el uso de empresas ficticias para evadir impuestos y legitimar recursos ilícitos. Según las autoridades, la organización operaba bajo una estructura sofisticada que incluía la manipulación del ámbito político.
La investigación también expuso vínculos entre políticos locales y la mafia calabresa, que se habrían aliado con el fin de obtener ventajas electorales, ampliando la influencia de la organización en diversas esferas sociales.
Esta acción representa un duro golpe contra la ‘Ndrangheta, considerada una de las mafias más poderosas de Europa, conocida por su control en el tráfico de cocaína y su capacidad para infiltrar instituciones públicas y privadas.
Las autoridades italianas recalcaron que este operativo refuerza su compromiso con el combate al crimen organizado. Además, señalaron que las investigaciones continuarán para desmantelar completamente las redes de apoyo que han permitido a esta organización operar con impunidad durante décadas.
Este caso ha generado un amplio debate en Italia, no solo por la participación de una figura religiosa, sino también por la relación entre el crimen organizado y actores políticos. La acción policial ha sido considerada un paso significativo hacia la justicia y el fortalecimiento del estado de derecho.