El presidente francés, Emmanuel Macron, reaccionó ante la dimisión del primer ministro Michel Barnier y su gabinete tras una moción de censura aprobada por la Asamblea Nacional. Este hecho, histórico desde 1962, dejó al Gobierno de Barnier como el más breve en la Quinta República con solo tres meses en funciones. Macron rechazó cualquier responsabilidad, señalando a la unión de la extrema derecha y la extrema izquierda como causa del “desorden” político, y prometió nombrar un nuevo primer ministro en los próximos días.
En un mensaje a la nación, Macron defendió su mandato y reafirmó su compromiso de concluir los cinco años para los que fue electo. Enfatizó que la continuidad del Estado y la protección de los ciudadanos son su prioridad. También anunció que el próximo gobierno será de “interés general”, integrando diversas fuerzas políticas con el objetivo de garantizar estabilidad y aprobar el presupuesto en el Parlamento.
El presidente destacó la reapertura de la catedral de Notre Dame como símbolo de unidad y reconstrucción, trazando un paralelismo con la necesidad de superar la actual crisis. Macron subrayó que Francia requiere un rumbo claro que permita lograr compromisos políticos, enfocándose en la salud, seguridad y el cambio climático como pilares de su visión.
Mientras tanto, las críticas desde la oposición no cesan. La derecha y la izquierda acusaron al Gobierno de falta de liderazgo y exigieron mayor análisis en las decisiones políticas. Sin embargo, Macron hizo un llamado a la unidad, enfatizando que, aunque haya divisiones en el Parlamento, su administración buscará soluciones que fortalezcan a la nación.