Las inversiones chinas en México continúan creciendo en 2024, duplicando los recursos inyectados el año pasado.
Empresas del gigante asiático destinaron 235 millones de dólares en la primera mitad del año, un notable aumento respecto a los 113 millones de dólares registrados en 2023. Este impulso económico se produce a pesar de las amenazas de aranceles por parte de Donald Trump, quien había prometido imponer un gravamen del 10% a todas las importaciones de México si resultaba ganador en las elecciones presidenciales de noviembre pasado. Sin embargo, la retórica del republicano no ha frenado la relación económica entre ambas naciones.
El vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria del Autotransporte de Carga (Canacar), Israel Delgado, ha señalado que el capital chino ha sido particularmente notable en sectores como las pantallas planas y las placas de metal, con un enfoque en ciudades fronterizas como Tijuana y Mexicali. Expertos como Omar Troncoso, director general de Kearney México, destacan que la influencia de China en México es aún mayor de lo que las cifras indican.
Un claro ejemplo de este crecimiento es Yutong, el mayor fabricante mundial de autobuses. La empresa, que ya tiene presencia en México desde 2018, está evaluando la posibilidad de abrir una planta de ensamblaje en el país, lo cual podría concretarse en 2025. Yutong ha vendido más de mil autobuses en territorio mexicano, con un enfoque especial en modelos eléctricos e híbridos, y ha colaborado en proyectos de transporte ecológico, como el Trolebús de la Ciudad de México y el Metrobús eléctrico.
A pesar de las amenazas externas, China sigue viendo en México una oportunidad clave para fortalecer su presencia y expandir sus negocios.