Suecia, Noruega y Finlandia distribuyen manuales para guiar a la población ante escenarios de crisis.
Los gobiernos de Suecia, Noruega y Finlandia han comenzado a difundir manuales de emergencia destinados a preparar a la ciudadanía ante posibles consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania. Las guías incluyen recomendaciones sobre alimentos, agua, energía y medicamentos, además de estrategias de respuesta en situaciones extremas.
Estas medidas, activadas el 18 de noviembre, buscan reforzar la preparación ciudadana en caso de que el conflicto escale más allá de Ucrania, especialmente tras la reciente autorización de Estados Unidos para el uso de misiles de largo alcance en el territorio ucraniano y la respuesta de Rusia con amenazas nucleares.
En Suecia, el manual titulado En Caso de Crisis o Guerra ha sido actualizado por primera vez en seis años. Este documento recomienda almacenar alimentos básicos como papas, zanahorias y productos enlatados, así como mantener agua potable suficiente para tres días. El manual enfatiza la necesidad de mantener la calma y resistir cualquier intento de desinformación, señalando: “Si Suecia es atacada, nunca nos rendiremos. Toda información contraria es falsa”.
Finlandia, que comparte una extensa frontera con Rusia, distribuye su guía Prepararse para Incidentes o Crisis en formato digital. Además de alimentos no perecederos, como barras energéticas y comida para mascotas, insta a la población a considerar fuentes de energía alternativas para enfrentar temperaturas extremas de hasta -20 grados sin electricidad.
Noruega, aunque con un enfoque menos alarmante, ha solicitado a sus ciudadanos mantener provisiones esenciales, incluyendo tabletas de yodo para protección en casos de desastres nucleares. Las autoridades noruegas también subrayan la importancia de prepararse para posibles interrupciones relacionadas con el clima extremo o emergencias mayores.
Estos manuales, similares a los distribuidos en épocas como la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, reflejan una creciente preocupación por la estabilidad en la región. Si bien muchos ciudadanos consideran que la amenaza es menor en comparación con los primeros días del conflicto en febrero de 2022, surgen críticas sobre la falta de recursos para que todas las personas puedan refugiarse adecuadamente en caso de emergencia.
A medida que la guerra en Ucrania se prolonga, estas acciones reafirman la intención de los países nórdicos de proteger a su población frente a un contexto geopolítico cada vez más incierto.