Tupperware Brands, conocida por sus productos de almacenamiento de alimentos, ha iniciado el proceso de quiebra bajo el Capítulo 11 en el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos en Delaware. La compañía enfrenta graves dificultades financieras debido a una disminución significativa en las ventas y una difícil situación económica global.
La decisión de acogerse al Capítulo 11 permite a Tupperware reestructurar sus deudas y continuar operando mientras busca la aprobación judicial para facilitar la venta de su negocio. La noticia provocó una caída abrupta de más del 50% en el valor de sus acciones en la Bolsa de Nueva York, lo que llevó a la suspensión temporal de la cotización de la empresa.
La directora ejecutiva, Laurie Ann Goldman, indicó que la situación financiera de Tupperware se ha deteriorado severamente debido a un entorno macroeconómico desafiante. La compañía, que tiene activos valorados entre 500 millones y 1,000 millones de dólares y pasivos que van de 1,000 millones a 10,000 millones de dólares, también enfrenta una carga de deuda superior a los 700 millones de dólares.
Tupperware, que comenzó sus operaciones en Estados Unidos hace más de una década y se expandió a Europa en los años 60, así como a América Latina y Asia, busca proteger su marca y asegurar su viabilidad a largo plazo a través de esta reestructuración. La declaración de quiebra en Delaware es el resultado de meses de dificultades financieras y prepara el terreno para una posible venta que podría ayudar a la empresa a superar esta crisis.