El presupuesto asignado para este plan en el año fiscal actual es de 1.400 millones de coronas suecas (alrededor de 122 millones de euros). Con esta cantidad, se estima que hasta 4.000 migrantes podrían beneficiarse del pago máximo establecido. En comparación, el incentivo actual es de solo 10.000 coronas suecas (870 euros) por adulto y la mitad para los menores, una cantidad que ha demostrado ser insuficiente para motivar a los migrantes a regresar.
Forssell explicó que la iniciativa está dirigida a aquellos que, por diversas razones, consideran que su vida en Suecia no ha cumplido sus expectativas o que desean regresar a su país de origen debido a factores personales o de edad. El plan no establece un límite máximo de beneficiarios, lo que permitirá a un número significativo de migrantes acceder a este apoyo financiero.
El Gobierno, dirigido por el primer ministro Ulf Kristersson, no ha fijado un objetivo específico en cuanto al número de personas que se espera que regresen bajo esta medida. Para calificar para el incentivo, los migrantes deben encontrarse en Suecia de manera legal, con un permiso de residencia válido ya sea por razones laborales, familiares o de protección internacional.
Esta estrategia busca ofrecer una solución práctica para aquellos que desean regresar a sus países de origen, al tiempo que facilita la gestión de la migración en Suecia.