La nave espacial Starliner de Boeing aterrizó en el puerto espacial White Sands, Nuevo México, el 6 de septiembre, concluyendo una prueba de tres meses en la Estación Espacial Internacional (EEI). Este vuelo, sin tripulación, permitió recopilar datos importantes sobre el desempeño de la nave. La NASA y Boeing ahora analizarán los resultados para avanzar en la certificación de Starliner para misiones de rotación de tripulación a la EEI.
Inicialmente, se esperaba que los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams regresaran a bordo de Starliner, pero la NASA decidió no asumir riesgos innecesarios y trasladar a los astronautas a una misión SpaceX Crew-9, programada para febrero de 2025. Los dos continúan con sus labores en la EEI como parte de la Expedición 71/72.
Durante la misión, se detectaron problemas técnicos, como fugas de helio y fallas en los propulsores de control de reacción, lo que llevó a la decisión de devolver la nave sin tripulación. Boeing y la NASA seguirán recopilando datos de la Starliner para mejorar su desempeño en vuelos futuros, con miras a utilizarla para el transporte regular de astronautas hacia la EEI y en misiones futuras hacia la Luna y Marte.