El Día Mundial de la Prevención del Suicidio, celebrado el 10 de septiembre, es impulsado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la OMS, buscando generar conciencia sobre la prevención del suicidio.
En 2023, el lema “Crear esperanza a través de la acción” resalta la necesidad de una respuesta global para enfrentar este problema de salud pública. Familias, comunidades, profesionales y gobiernos tienen un rol esencial para reducir los casos de suicidio a través de medidas preventivas. Estas incluyen promover la colaboración, el autoempoderamiento, y generar capacidad en el personal de salud para abordar este problema.
Se enfatiza la importancia de mensajes informativos y de apoyo dirigidos a la sociedad, especialmente a los grupos más vulnerables, como los jóvenes. Además, se busca fomentar el diálogo sobre salud mental en diferentes entornos, incluyendo hogares y centros de trabajo.
Las personas afectadas por pensamientos suicidas son alentadas a compartir sus experiencias y buscar ayuda profesional. Investigaciones indican que el tratamiento adecuado de la depresión, el abuso de alcohol y sustancias, junto con el seguimiento a personas que han intentado suicidarse, puede reducir significativamente las tasas de suicidio.
En México, el Seguro Popular cubre patologías mentales, asegurando atención oportuna, mientras los Servicios de Salud Mental implementan programas para detectar y prevenir trastornos. Entre las acciones se incluyen campañas de sensibilización, orientación médica, y centros de atención para personas en riesgo de suicidio.