La reconocida empresa de juguetes ha establecido acuerdos con proveedores para llevar a cabo esta transición, la cual se implementará gradualmente hasta 2032. El nuevo material, que podría costar hasta un 70% más, representa un compromiso significativo hacia la sostenibilidad, aunque Lego asegura que el precio para los consumidores no se verá afectado. Niels Christiansen, CEO de Lego, destacó que la compañía está dispuesta a absorber los costos adicionales para evitar trasladarlos al cliente. Los nuevos plásticos provendrán de residuos biológicos como aceites de cocina y grasas industriales. Otras marcas, como Hasbro y Mattel, también están adoptando materiales reciclados en sus productos. La sustitución de plásticos fósiles es esencial para reducir el impacto ambiental, especialmente cuando se prevé un incremento en la extracción de combustibles fósiles para 2030, según la ONU.