El movimiento “Yo por las 40 horas” se hizo presente en las calles de Toluca, como parte de una movilización nacional que busca la reducción de la jornada laboral semanal en México. Al grito de “Yo también merezco descansar”, más de 50 personas se unieron a la manifestación, demandando un cambio que permita a los trabajadores disfrutar de dos días de descanso a la semana.
Aprovechando la instalación de la LXVI Legislatura federal, los manifestantes se sumaron al llamado nacional para exigir la aprobación de la reforma que busca dignificar la vida laboral en el país. Entre los asistentes se encontraban representantes de diferentes sectores, incluyendo estudiantes universitarios y pueblos originarios.
Majo, miembro de la Unión de Trabajadores de México, destacó que esta reforma ha sido discutida durante más de dos años, pero la Cámara de Diputados ha priorizado las opiniones de empresarios y grupos como COPARMEX, así como figuras influyentes como Carlos Slim. La protesta surge en respuesta a la necesidad urgente de mejorar las condiciones laborales, que actualmente no reflejan la realidad de una vida digna para muchos trabajadores.
México tiene una de las jornadas laborales más extensas del mundo, con un máximo legal de 48 horas semanales. Sin embargo, según la OCDE, el país encabeza la lista mundial de horas trabajadas, con un promedio de 2,137 horas anuales por persona. A pesar de ello, la productividad en términos de aportación al Producto Interno Bruto (PIB) es baja, con solo 22.2 dólares generados por cada hora trabajada.
Los manifestantes en Toluca señalaron que la reducción de la jornada laboral no solo es un tema de productividad, sino también de salud. Las largas horas de trabajo se asocian con un aumento en la incidencia de enfermedades vasculares y accidentes cerebrovasculares. A pesar de la urgencia de la reforma, la propuesta de reducir la jornada a 40 horas semanales fue congelada en diciembre de 2023 a sugerencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, y aún no ha sido retomada en la Cámara de Diputados.