El Vaticano confirmó este lunes el fallecimiento del papa Francisco, ocurrido a las 7:35 horas en su residencia de la Domus Santa Marta. El parte médico oficial atribuye la causa de muerte a un ictus que desencadenó un colapso cardiocirculatorio irreversible. El Pontífice tenía 88 años y enfrentaba múltiples condiciones de salud, incluyendo hipertensión, diabetes tipo II, bronquiectasias y una reciente neumonía bilateral.
La Santa Sede informó que el cuerpo del papa será trasladado este miércoles a la Basílica de San Pedro, donde los fieles podrán despedirse. Desde la tarde del lunes, miles de personas se han reunido en la Plaza de San Pedro, mientras líderes de todo el mundo expresan su conmoción por la muerte de un papa que defendió con firmeza a los migrantes, los más vulnerables y se opuso abiertamente a las guerras y al cambio climático.
El papa Francisco había sido hospitalizado recientemente por 37 días y su última aparición pública fue este domingo. Su último encuentro oficial fue con el vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance.
En su testamento, hecho público por el Vaticano, pidió ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en un sepulcro sencillo, sin decoración y con la única inscripción “Francisco”. También dispuso que los gastos del sepelio fueran cubiertos por un benefactor asignado y dio instrucciones específicas al Mons. Rolandas Makrickas para su traslado y entierro.
