Un brote de sarampión ha generado preocupación en el oeste de Texas, donde ya se han reportado 90 casos en siete condados, con 16 personas hospitalizadas. El Departamento de Salud del estado indicó que la mayoría de los afectados son menores de 18 años. Los casos están concentrados principalmente en los condados de Gaines y Terry, donde se registraron 57 y 20 infecciones, respectivamente. Otros condados cercanos, como Dawson y Yoakum, también han reportado casos, aunque en menor número.
El Departamento de Salud de Nuevo México, aunque ha reportado 9 casos en su estado, descartó cualquier vínculo directo con los casos en Texas. Estos casos se registraron en el condado de Lea, limítrofe con Gaines. Las autoridades de salud pública alertaron sobre posibles exposiciones en lugares como tiendas de comestibles, escuelas y hospitales en Hobbs, Nuevo México.
El sarampión es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa que puede causar complicaciones graves, como neumonía o ceguera. Aunque la mayoría de los niños se recuperan sin mayores problemas, los expertos señalan que la vacuna contra el sarampión (MMR) es una de las formas más efectivas de prevenir la infección. Las tasas de vacunación han disminuido en varios estados, lo que ha contribuido a un aumento en los casos de sarampión. En respuesta, se han organizado clínicas de vacunación en Texas y Nuevo México.
Este brote de sarampión, el más grande de Texas en casi 30 años, ha puesto en evidencia la importancia de las campañas de vacunación y las medidas de prevención en comunidades con tasas de inmunización bajas.
